PELICULA ADÚ

 

 #Cinetubers:

ADú

Me gustaría compartir con vosotros mis impresiones sobre esta película que creo sirve para sensibilizar sobre el drama de las personas que se ven obligadas a abandonar su país para sobrevivir.

Un imprescindible para hacernos reflexionar  y  completamente necesaria para empatizar con los problemas del llamado Tercer Mundo.

La película Adú del director Salvador Calvo nos hace reflexionar sobre el drama humanitario de la inmigración.

De la mano de un niño de seis años camerunés recorreremos África con la esperanza de alcanzar la tierra prometida: España.

Adú es uno de esos inmigrantes que con tan sólo seis años se juegan literalmente la vida cruzando África y luego el Mediterráneo, porque en su pequeña aldea no queda nada y nada significa no tener ni siquiera la esperanza de sobrevivir un amanecer más por culpa de las mafias o el hambre.

Cuando te quitan lo más básico, el derecho a la vida, sólo te queda una vía: activar el mecanismo de supervivencia que todos llevamos dentro y que te puede llevar a jugarte la vida en una patera o a saltar como puedas una alambrada llena de pinchos y policía. La desesperación por sobrevivir, no hay más.

La triple trama que plantea Adú nos irá adentrando en una realidad que, pese a tener muy cerca y continuamente en las noticias, parecemos distantes a ella.

Poco a poco nos hemos ido haciendo inmunes a una realidad que vista de frente espanta.

Por un lado, nos adentraremos en África con la historia de Adú y Massar en la que les acompañaremos desde su huida de Camerún en su intento desesperado por llegar al monte Gurugú; por otro, la relación paterno filial entre un activista medioambiental preocupado por salvar elefantes en una reserva y su hija ; y por último, la labor realizada por tres policías españoles en la polémica valla de Melilla.

Nos cuentan estas tres tramas de manera entrelazada con un propósito: hacernos ver tres realidades completamente diferentes sobre un mismo tema que nos llevarán a reflexionar

Es una película que no nos deja indiferentes, ya que resume muy bien la desesperación que mueve a una persona (sea un niño, un adolescente o un adulto) a cruzar media África para cumplir el sueño de vivir en España.